Ascuas...


La noche abrió...

Sábanas frías me rodean, dos cuerpos no extraños siguen vivos por el tiempo, un sentimiento que las ascuas no abandonaron, una lágrima de tu alma, una mirada de pasión, sonrisa que me atraviesa el corazón y un reloj que no marca el tiempo entre tú y yo.

La noche abrió...
Y se escuchan lamentos y llantos, desconsuelo por ese amor.
Suenan las teclas del piano, suspiros y aliento suenan al mismo son, de esa melodía que rodeaba dos cuerpos que de cenizas renació.
Lágrimas del corazón hablan a una mente incondicional de esos sentimientos que al tocar con las yemas de sus dedos el piano sienten las caricias de su amor.
A mi alrededor siento como tus caricias calman mis nervios y tus besos alivian mi deseo de tenerte entre mis brazos, entre mis sueños.
La noche abrió.


Las agujas del reloj no marcan tiempo entre tú y yo...