Piano...

El sonido de la tarde, cayendo el sol, grillos guían el atardecer de todo un día soleado, con un gran calor, con una sensación con cada roce de tu piel, ese silencio y ese cantar, el aroma húmedo de un charco de agua entre la vereda y la piedra que adornaba en forma circular, ese olor que es capaz de agitar los pulmones limpios, a tu lado observándote, queriéndote, llevando mis manos al tacto de tu suave piel, esa que me desvanece tanto con solo rozarla, esta que
me estremece y un nuevo sonido llena nuestros oídos suave y tenaz de las teclas de un piano ¿los sientes? déjate llevar hacia mis brazos dejándote acariciar por ellos arropándote de amor así, mientras el piano rompe con unas teclas más, tus labios y los míos se sellan en este atardecer