La Mar...


Suave brisa corre por el cuerpo ciñendo cada mueca de nuestro rostro, poco a poco brisa dichosa orea nuestro cabello, ondulándolo y humedeciéndolo.
Sobre las aguas transmite energía, poniéndolas en movimiento, se señorean una delante de la otra, recorriendo largo camino hacia un final eterno, donde ronronean con grave impacto, sobre grandes y oscuras rocas agolpadas, con forma de todo, con forma de nada,
seres vivos marinos arrastrados por las profundas mareas altas.

¿Oyes el zumbido? Sí, son ellas.

Huellas del ayer sobre granitos de sal y arena, que en cada movimiento se contonean, dejando al pasar sombras oscuras en ellas.
Fuego sobre el mar intenso, qué triste se despide dándole paso a una estrella, sin cruzar miradas se funden entre ellos en el horizonte, mientas largos brazos les rodean.