Tú, conciencia...

   Conciencia, qué quieres de mí si pasé a tu olvido, si cuando te amé, jugaste con mi sonrisa, si cuando te abracé, tu pensamiento volaba a otras tierras. 
Sembraste riquezas sin tener paciencia para verlas crecer de un corazón nacido para amar, por luchar en esta tempestad. 

Tú, conciencia, la que me usó, creció y me despreció. 
La que me negó cuando me quería, ésa que llena de lágrimas mis días, y planta raíces en mi cabeza. Tú, conciencia, que te atreviste a burlar mis caricias, que jugaste con mi mirada.
Ahora... Ahora mueres en silencio, en esta noche de niebla y frío, de una dulce y amarga madrugada...