El jardín...

   Cristalino cielo hace marchar gaviotas en cada ola de aire, levantando las pocas hojas caídas en el jardín, paseando crujen al paso de unas pisadas firmes en el camino insólito, en este verde jardín, yacen flores preciosas, desde sus raíces fluyen con amor,
crecen en armonía de un paraíso de ternura y belleza.
Respiro alzando mi pecho, levantando mi rostro haciendo entrar el aire limpio que corre dentro de mi y sigo caminando, dejo desplomar mis hombros sobre mi cuerpo vagabundo en sentidos traspuestos y sigo caminado, esta vez abriendo la palma de mi mano, dejándola caer en el gran tilo central de aquel jardín.