En este profundo valle clara la
lluvia baña tú rostro que inunda de blanca luz
estos cansados ojos míos, que no dejan de mirarte absortos de tu inmaculada belleza de tu interior, brilla pálida
la luna en esta noche de otoño.
En este profundo valle adornan de
los árboles tu bendecido cuerpo, las aves cantan tu
hermosura y revolotean jocosas
mientras el
viento lleva tu nombre, despierta el susurro de las hojas y el murmullo de la tierra que se estremece y anuncia, la vuelta de su señora y que ha de trae la vida a lo profundo de
este valle.
Te alejas entre las flores de las
que ahora brotan, armoniosa música de sus
pétalos que se alzan orgullosas llenando de mil colores este antes triste valle.
En el que desapareces, y al que
vuelo cada mañana de otoño soñando a volver
a verte.
Un suave y dulce sonido que
recorre en cada momento mi cuerpo, una distancia que se acorta con ella...