Y con el sol de frente agachaba su mirada, pero sus pasos eran firmes, pisaba el camino sin mirar atrás. Con sus lagrimas en los ojos, esas ultimas lagrimas que caerán por ultima vez en su cara.
En su pensamiento, en ese pensar esperaba una luz, la luz que anhelaba, cuándo la vida te da la vuelta, apaléala. Esa frase nunca se le olvidará, ese día lluvioso bajo el porche, frente el inmenso valle, en un abrazo caluroso. Los Sentidos a veces nos traicionan, nos hacen débiles de corazón y fáciles de palabra.
¿Como te llamas?
Miedo, me llamo Miedo.
Miedo, me llamo Miedo.
Encantada, yo soy Esperanza…